En la era digital, donde todo lo aprendemos a golpe de clic y donde no hace falta ir a ninguna biblioteca para encontrar información porque todo está al alcance de la mano (y nunca mejor dicho), nos proponemos retomar algunos trucos que aprendimos en el colegio y que debemos transmitir a nuestros hijos. Son trucos que nos salvaron del suspenso en algún examen.
Son atajos de aprendizaje han sobrevivido varias generaciones y que incluso podrían clasificarse como «trucos de la abuela» pero que funcionan y pueden sacar a los niños de más de un apuro a la hora de enfrentarse a los estudios, a un examen o a las preguntas del profesor.
¿Cuántos meses tiene un año? La respuesta es muy fácil e incluso los niños lo aprenden de forma mecánica y sin más problemas pero… ¿cuántos días tiene cada mes? Quizás lo has olvidado en el colegio aprendimos un truco que les va a resultar muy útil a nuestros hijos. Es el truco de los nudillos.
Si vamos contando los meses del año señalando los nudillos, en ellos estarán los meses que tengan 31 días y en las cuencas entre los nudillos los que tengan 30, excepto febrero que es especial y tiene 28 o 29 días si es año bisiesto.
Los niños han de aprender las fases de la luna: nueva, llena, creciente, decreciente… Sin embargo, es fácil confundirse en estos dos últimos casos. ¿Cuándo es creciente y cuándo decreciente? Te mostramos un truco con el que los niños ya no fallarán en los exámenes.
Primero debemos explicar a los niños que la luna es un poco tramposilla, así que cuando en la cara iluminada podemos dibujar una C es decreciente, y cuando podemos dibujar una D es creciente. ¡Justo al revés!
Todos los padres sabemos lo complicado que es para los niños aprenderse de memoria las tablas de multiplicar. Todo comienza bien cuando empiezan la del 2, la del 4 o la del 5 pero.. ¡oh, oh! Un buen día han de comenzar con la del 6, 7, 8 y 9 y ahí llega el problema. Para evitar angustias, aquí va un truco que aprendimos en la escuela que les puede ayudar.
Pide a tus hijos que vuelvan sus palmas hacia su cara. Numeraremos cada dedo comenzando desde el dedo meñique, de 6 a 10. Para multiplicar por ejemplo 6×6 debemos conectar el dedo 7 de la mano izquierda con el dedo 7 de la mano derecha. Debemos fijarnos en el número de dedos que quedan en la parte inferior (contando con los dos que vamos a multiplicar).
En nuestro caso son 4 dedos (los dos del 7 y los dos del 6). Por otro lado debemos multiplicar entre sí los dedos que quedan libres en ambas manos. En este caso: 3×3= 9. Ya tenemos nuestra solución: 49.
Este es truco muy sencillo para aplicar en esos momentos en los que el niño se ha quedado en blanco en un examen. Para conocer los ángulos sólo has de pedir a tu hijo que extienda sus dedos tanto como le sea posible. El meñique ha de estar apoyado en una superficie por lo tanto será el ángulo 0º, entre el dedo pulgar y el meñique se habrá formado una especie de L, este ángulo será de 90º. El resto de dedos serán de 60º, 45º y 30º. ¡Fácil!
En primaria los niños han de aprender este símbolo < y >. Uno significa mayor que y otro menor que, pero… ¿cuál es cuál? ¿cómo no liarse en un examen? Muy fácil. Vamos a poner dientes y ojos al símbolo y lo convertiremos en un cocodrilo que se come al número mayor. Tu hijo ya no olvidará que cuando el cocodrilo tenga la boca abierta, ese número al que quiere comerse es el mayor.
Este truco lo aprendimos de pequeños y, aunque no sirva para el colegio, si nos viene bien en el día a día. ¿Cómo saber cuándo una pila está gastada? Utiliza este sencillo truco: levanta dos pilas de 1 a 2 cm por encima de una mesa y déjalas caer. La batería que rebota y cae está vacía. Fácil, ¿no?