En esta ocasión, te explicamos cuáles son las diferencias entre empatía, tolerancia y resiliencia, y cómo podemos fomentar estos valores esenciales en los niños.
Más allá de las matemáticas, la instrucción en idiomas o en ciencias sociales, la formación en valores debe ser una asignatura destacada en los planes de estudio de los más pequeños. Aunque en realidad, es la asignatura más importante de los padres.
La educación en valores es la base para formar a adultos capaces de enfrentarse a los desafíos profesionales y personales desde una perspectiva ética, fundamentada en valores y competencias emocionales como la empatía, la tolerancia o la resiliencia. Pero, ¿conocemos el significado y diferencias de estos conceptos?
– La empatía: La empatía es la capacidad de ponerse en la piel de otras personas y comprender sus circunstancias. Se trata de una capacidad básica para el diálogo, ya que permite comprender en profundidad los pensamientos y sentimientos de nuestro interlocutor, lo que ayuda a alcanzar acuerdos y mejora la comunicación. En contra de lo que se cree, la empatía no conlleva dejar a un lado nuestras propias ideas o sentimientos, sino que supone ponernos en el lugar de la otra persona, ponernos en sus zapatos para comprender mejor su postura ante una idea o hecho.
– La tolerancia: La tolerancia es la capacidad de respetar la diversidad. En este sentido, la tolerancia es la capacidad que tienen las personas de respetar las diferencias, ya sean opiniones, ideas o actitudes, de las demás personas aunque no coincidan con la nuestra. Se dice de la tolerancia que es fácil de aplaudir, difícil de practicar y muy complicada de explicar.
– La resiliencia: La resiliencia es un concepto ligado a situaciones de sufrimiento y adversidad. Se define como la capacidad de sobreponerse a situaciones límite y salir fortalecidos de ellas. Las personas con una gran capacidad de resiliencia no solo son capaces de superar momentos difíciles, sino que también logran crecer en el terreno personal a raíz de las mismas.
La empatía, la tolerancia y la resiliencia son tres conceptos básicos que deben formar parte de la educación de los más pequeños. La educación en estos valores debe reforzarse en casa y continuarse en los centros educativos. Especial interés adquiere la resiliencia, ya que supone saber enfrentarse al fracaso, el error, la frustración, la adversidad o el sufrimiento, que seguro vamos a experimentar en algún momento de la vida. Para ello, aprenderemos a pedir ayuda y apoyarnos en los demás, a comprender las razones que han motivado esa situación negativa y a desarrollar recursos, aptitudes, habilidades de afrontamiento, con humor y creatividad.