Los valores son la esencia de la educación, transmitir a nuestros hijos la importancia de ser tolerantes, solidarios, sinceros, empáticos o bondadosos es la base que le ayudará a crecer y desarrollarse plenamente.
Valores hay muchos y cada padres afronta la educación de sus hijos poniendo el foco en aquellos valores que considera más importantes e indispensables. Es una labor que realizamos a lo largo de todo el año, pero esto se hace aun más esencial en Navidad.
Y es que la Navidad es una época en la que los valores cobran especial importancia y debemos inculcar a nuestros hijos.
– Generosidad: la Navidad es una época en la que tiramos la casa por la ventana, parece que tenemos la obligación de hacer compras y llenar la casa de regalos. Sin embargo, esta lección de consumismo que transmitimos a los niños podríamos cambiarla por una lección de generosidad. Podemos aprovechar para reunir todos esos juguetes que han quedado apartados en un rincón y llevarlos a colegios o guarderías donde otros niños puedan jugar con ellos. Incluso a asociaciones que puedan entregarlos a niños más desfavorecidos.
– Solidaridad: no todas las familias tienen la suerte de poder tener una mesa llena de viandas y muchos regalos. Es por ello importante recordar a nuestros hijos que hay niños que tienen menos suerte que ellos. Podemos aprovechar para iniciar una colaboración con una causa solidaria. O incluso ayudar a ese vecino o a ese amigo que está pasando un mal momento.
– Compartir: es un valor muy relacionado con la generosidad y la solidaridad. A muchos niños no les gusta compartir sus cosas, se enfadan cuando otros niños cogen sus juguetes, y eso es respetable. Pero, ¿por qué no enseñarles que si tienen 4 juguetes pueden dejar 1? Y, sobre todo, enseñarlos lo bien que se van a sentir cuando compartan con otros niños que tengan menos cosas que ellos.
– Gratitud: ser agradecidos es uno de los verdaderos valores de la Navidad para los niños. Los niños no tienen la noción del valor de las cosas y somos los padres los que hemos de transmitirles la capacidad de agradecer lo que tienen o lo que los demás hacen por ellos.
– Perdonar: aprender a perdonar a los demás no es sencillo, sobre todo si algo nos ha herido. Sin embargo, en Navidad, que es una época de renovación, debemos intentar hacer borrón y cuenta nueva. Aprender a perdonar a los demás y pedir perdón cuando nos equivocamos para poder enseñar a nuestros hijos también a hacerlo.
– Alegría: es básico enseñar a los niños que la ilusión y la alegría no está en las cosas materiales, por más que nos gusten, la alegría es dar y recibir, es hacer felices a quienes nos rodean o disfrutar de las pequeñas cosas de la vida. La felicidad de cosas materiales es efímera pero la alegría de estar con la familia y tener buena salud es más importante que cualquier otra cosa.